La llegada del hermano.
Que diría una mamá común y silvestre, que trata de ser
respetuosa en la crianza.
La mayoría de las veces cuando se toca el tema parece
sólo enfocarse en los días previos a la llegada o los primeros días de la
llegada del hermanito o hermanita. Sin embargo el trabajo de acompañar al
primogénito en el proceso es de larga data, va cambiando de acuerdo a cada etapa y no es lineal, tiene
sus altas y sus bajas, así que, cualquiera que esté a su cargo, y por supuesto
madre y padre, hay que estar consciente, atento y preceptivo pero también hay
que confiar. El balance entre ambas tendencias es lo más sano y lo más difícil.
No todo lo que sucede se puede o debe controlar pero tampoco se puede ignorar.
Premisas a tener en cuenta:
- No pretendas tener la familia perfecta, en los conflictos se aprende mucho, tanto el adulto como los niños, se establecen acuerdos, se práctica la resolución pacífica de los conflictos y se afianzan las relaciones.
- Los niños NO son malos o manipuladores, perversos y maquiavélicos que tienen por objetivo dominar en el rin de boxeo.
- Los niños son niños que pasan por etapas de maduración siempre cambiantes.
- Niños y niñas tienen necesidades básicas, especialmente de amor y atención como cualquier persona a la edad que sea.
- Los celos son naturales, no pretendas reprimirlos ni recurrir al castigo.
Claudia Rodríguez
Gilly,
Socióloga.
Activista de Derechos Humanos,
especialista en acompañamiento respetuoso
durante la crianza,